lunes, 12 de diciembre de 2011

Pi el orden del caos

Todo tiene un orden, todo tiene una secuencia, todo tiene un patrón. Todo el mundo tiene un patrón que podemos identificar, ya sea en la geometría del Caos, ya sea siguiendo la secuencia o simplemente la sentimos.

Por eso PI es un número emblemático, no tiene patrón, es irracional pero a la vez es tan importante y tan fundamental explica tantas cosas, pero aún no podemos explicarlo a él, es cómo nosotros. A veces no nos comprendemos pero podemos comprender otras cosas y a veces podemos comprender tantas cosas con PI pero no podemos comprender a PI.

Les dejo con el trailer de una película increíble, que habla sobre la obsesión de PI, por comprenderlo y conocerlo.


sábado, 10 de diciembre de 2011

Resulta imposible

Hoy quiero hacer algo distinto, no siempre se trata de aprender algo nuevo, de escribir sobre algún tema de su interés, de una curiosidad o de un autor. Hoy creo que también debemos o estamos obligados a compartir conocimientos.

Al final del día esa es la obsesión de todos, y en algunos es tan intensa que hace que se vuelvan poetas o es el afán de las verdades irrefutables de las matemáticas lo que hace que busquemos la verdad con los números. Nunca he sido un buen matemático, pero siempre me han llamado la atención y me han gustado bastante, pero no me siento llamado a poder encontrar la verdad en los números. Pero, siempre he sido partidario de que a veces sentimos una verdad que no sabemos expresar y buscamos compartirla con el arte. Tal vez la primera sea clara y nítida pero carece de un sentimiento propio, de lo contrario la verdad que expresamos en palabras es una confusa y poco clara, pero tiene un sentimiento que a veces sin llegar a comprender la sentimos y nos mueve.

Son dos verdades distintas, y a la vez son una sola. Pero resulta imposible no saber la diferencia al igual que no notar las similitudes.

martes, 6 de diciembre de 2011

Trascender

Hay poemas que nos hacen trascender. Esto no es otra cosa sino que tocar nuestra alma e invadir en nosotros una sensación extraña. Esa sensación extraña que algunos llaman ganas de llorar o sonreír sin saber por qué o aquel gesto cursi de una sonrisilla acompañado de un qué lindo.

Lo cierto es que escogí compartirles un poema de Mario Benedetti que comprende en algún momento de nuestras vidas lo que somos y nuestras dudas con un final muy fuerte. También es sin duda este poema un compendio de cómo vivió Latinoamérica sus dictaduras en el Siglo XX.

Cuando era como vos me enseñaron los viejos
y también las maestras bondadosas y miopes
que libertad o muerte era una redundancia
a quien se le ocurriria en un país
donde los presidentes andaban sin capangas.

Que la patria o la tumba era otro pleonasmo
ya que la patria funcionaba bien
en las canchas y en los pastoreos.

Realmente no sabian un corno
pobrecitos creian que libertad
era tan solo una palabra aguda
que muerte era tan solo grave o llana
y carceles por suerte una palabra esdrújula.

Olvidaban poner el acento en el hombre.

La culpa no era exáctamente de ellos
sino de otros mas duros y siniestros
y estos si
como nos ensartaron
en la limpia república verbal
como idealizaron
la vidurria de vacas y estancieros
y como nos vendieron un ejército
que tomaba su mate en los cuarteles.

Uno no siempre hace lo que quiere
uno no siempre puede
por eso estoy aqui
mirándote y echándote
de menos.

Por eso es que no puedo despeinarte el jopo
ni ayudarte con la tabla del nueve
ni acribillarte a pelotazos.

Vos ya sabes que tuve que elegir otros juegos
y que los juegue en serio.

Y jugue por ejemplo a los ladrones
y los ladrones eran policias.

Y jugue por ejemplo a la escondida
y si te descubrian te mataban
y jugue a la mancha
y era de sangre.

Botija aunque tengas pocos años
creo que hay que decirte la verdad
para que no la olvides.

Por eso no te oculto que me dieron picana
que casi me revientan los rinones
todas estas llagas hinchazones y heridas
que tus ojos redondos
miran hipnotizados
son durisimos golpes
son botas en la cara
demasiado dolor para que te lo oculte
demasiado suplicio para que se me borre.

Pero también es bueno que conozcas
que tu viejo callo
o puteo como un loco
que es una linda forma de callar.

Que tu viejo olvido todos los números
(por eso no podria ayudarte en las tablas)
y por lo tanto todos los teléfonos.

Y las calles y el color de los ojos
y los cabellos y las cicatrices
y en que esquina
en que bar
que parada
que casa.

Y acordarse de vos
de tu carita
lo ayudaba a callar.

Una cosa es morirse de dolor
y otra cosa es morirse de verguenza.

Por eso ahora
me podes preguntar
y sobre todo
puedo yo responder.

Uno no siempre hace lo que quiere
pero tiene el derecho de no hacer
lo que no quiere.

Llora nomas botija
son macanas
que los hombres no lloran
aqui lloramos todos.

Gritamos berreamos moqueamos chillamos
maldecimos
porque es mejor llorar que traicionar
porque es mejor llorar que traicionarse.

Llora
pero no olvides.